La losa de hormigón se verterá en la parte del edificio donde se descargará y retirará el heno. En las otras partes (celdas de secado) se colocará una superficie alquitranada, como medida de ahorro.
El edificio ya está listo para recibir el armazón.
Secar el heno en el interior de un edificio preserva sus cualidades nutritivas: la exposición prolongada al sol es perjudicial para la conservación de las vitaminas, y las múltiples operaciones de henificación dañan las plantas frondosas como la alfalfa, que cultivamos como forraje preferido para nuestras vacas lecheras. Además, como el heno debe permanecer mucho menos tiempo a la intemperie tras la siega, sólo necesitamos un intervalo más breve de buen tiempo para cosecharlo, lo que supone una gran ventaja para los monjes que no se dedican a la agricultura a tiempo completo y además necesitan poder observar las fiestas litúrgicas.
El aire caliente es recogido bajo el tejado de acero del granero de secado por un potente soplador, que lo hace pasar a través del heno, distribuido en celdas de secado. Una vez seco, el heno puede almacenarse durante mucho tiempo, permaneciendo verde y muy apetecible para los animales.
Las obras se encuentran en la fase de cimentación. A pesar de las condiciones bastante húmedas, la empresa está colocando los largueros que sostendrán el armazón del edificio.
Los tejados son numerosos y vastos en un complejo tan importante como el de la Abadía, por lo que los techadores trabajan con frecuencia en uno u otro edificio.
Este año, les hemos visto trabajar durante más de ocho meses seguidos para reparar más de 1.300 m² de tejado en el edificio del refectorio de los monjes y en el edificio "Andrieu", que lleva el nombre del prior que restauró la observancia y la administración temporal de la Abadía a finales del siglo XVII.
Las obras están aún en curso y no se terminarán hasta finales del año civil.
El sábado 9 de Septiembre de 2023, la Abadía organizó una jornada festiva para commemorar los 75 años de la restauración de la vida benedictina por los monjes venidos de la Abadía Saint-Pierre de Solesmes.
Este acontecimiento que reunió más de 700 invitados, comenzó por la Misa pontifical celebrada por el Padre Abad Dom Jean Pateau. El Padre Augustin Pic, o.p., tuvo la amabilidad de pronunciar (texto de la homilía).
Un bufé fue servido después en el jardín de la hospedería, permitiendo numerosos encuentros y reencuentros.
Christophe Geffroy nos dió, a dos voces con su hija Elisabeth, una conferencia apasionante titulada "Christianos en un mundo que no lo es más (texto de la conferencia). Les invitamos a encontrarlos en La Nef.